Gracias a la tecnología, aquellas personas con problemas de movilidad, problemas cognitivos y dificultades en el habla pueden verse beneficiadas. Con el objetivo de generalizar las tecnologías asistidas para los afectados, los participantes de la Escuela de Verano de la UPV/EHU presentaron los distintos mecanismos tecnológicos de Comunicación Alternativa y Aumentativa (AAC) que se están desarrollando para hacer frente a dolencias como la parálisis cerebral.
Luis Azevedo, de ANDITEC, denomina a las mismas como “tecnologías de apoyo o asistencia”. “Las tecnologías de apoyo son una gama de productos y servicios cuyo objetivo es promover la mejoría de la calidad de vida de las personas con discapacidad”, explicaba. Como se trata de un colectivo poblacional con problemas para moverse y comunicarse, Azevedo aseveraba que las tecnologías pueden ser herramientas que ayuden a las enfermeras y personal sanitario a entender cómo se encuentra una persona cuando va al médico o es hospitalizada.
Muchas de las ponencias también se centraron en los niños afectados por un déficit cognitivo. Comentaba que un 62% de los niños con parálisis cerebral no tienen ninguna capacidad autónoma. Es por ello que presentó el proyecto que llevan desde ANDITEC, denominado Proyecto Palmiber. Son unos coches con un sistema de consola y sensores, y que pueden utilizarse en centros de terapia y rehabilitación.
Por otro lado, la escuela tuvo como invitado a John Costello, el director del programa de Comunicación Aumentativa en el Boston Children´s Hospital. Él trasladó la forma de trabajar y las tecnologías que desde dicho hospital se dan. Pero también dio consejos sobre cómo tratar a los niños con dificultades. “Hay que tener en cuenta que los niños son niños estén en el hospital o no”. Consideraba que la tecnología ayuda enormemente, pero destacaba que lo importante es interactuar con los más pequeños de alguna forma: “Los niños entienden que están enfermos porque han hecho algo mal, es por ello que necesitan amor, interacción y darles herramientas para comunicarse con ellos”. Algunas de esas herramientas que utilizan en el hospital son unas pizarras digitales con imágenes o alfabetos, a través de las cuales los más jóvenes se pueden comunicar con los trabajadores sanitarios y familia.
Otras de las tecnologías presentadas fueron los “exoesqueletos”. José Luis Pons, Investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, habló sobre este tipo de herramientas que se pueden utilizar como apoyo a la movilidad de las personas. “El exoesqueleto es un robot que permite ayudar a caminar o a realizar movimientos con piernas y brazos en determinadas lesiones”, explicaba. Además, declaró que “se está estudiando el uso de los exoesqueletos con personas que han sufrido un ictus o una lesión medular”. Hablaba de “un horizonte de 5 años” para la implantación de dichos dispositivos en hospitales para utilizarlos en rehabilitación.
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John Costello ha hablado de las diferentes tecnologías que en algunos hospitales estadounidenses se utilizan. ¿Cómo está la implementación de las tecnologías en los hospitales españoles?
Una de las críticas principales para España es que no hay conciencia de la necesidad de implantar tecnología que ayude a las personas que tienen dificultades para comunicarse. Es cierto que en Estados Unidos tienen centros donde tienen incluso servicios dedicados a eso, pero aquí en España, hasta lo que yo conozco, no está implantado el desarrollo de tecnologías. Sí que hay ciertas herramientas de comunicación básicas, como son las pizarras o especie de tablets para poder comunicarse de forma manual; con el dedo, el niño puede ir tocando los dibujos y letras para indicar lo que quiere o lo que le sucede. Queremos dejar patente en esta escuela que hay herramientas más avanzadas para comunicarnos. Son herramientas basadas en el seguimiento del movimiento ocular, por ejemplo, o también aquellas interfaces cerebro-máquina que permiten a las personas comunicarse.
¿Hay financiación pública para investigar en la Comunicación Aumentativa Alternativa?
Sí que hay financiación. Dentro del Plan Nacional de Investigación, que está financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad, existe una convocatoria de proyectos. Nosotros tenemos financiados proyectos en el ámbito del desarrollo de interfaces cerebrales para las aplicaciones de tecnologías asistivas; así como tecnologías de rehabilitación de personas con discapacidad o personas que han sufrido un ictus. Sí que hay apoyo, especialmente por parte de las fundaciones. No es un problema de financiación de proyectos de investigación, es más bien un problema de financiación para dar el salto de los proyectos de investigación a que sean productos que el usuario pueda utilizar. Problemas para que se dé la comercialización. En ese caso sería más importante la participación de empresas que estén interesadas en ese tema.
¿Es por ello que, hoy en día, los familiares con problemas no tienen accesibilidad a estas tecnologías?
El problema de estas tecnologías es que no son económicas y se quedan muchas veces en centros de investigación. Sólo en algunos casos llegan a centros privados.
¿Qué información se puede obtener de niños utilizando estas tecnologías?
Principalmente, estas tecnologías permiten a los más pequeños comunicarse. No sólo para interactuar con sus familiares, sino también porque el paciente necesita expresar si tiene dolor, si no tiene dolor, qué necesita clínicamente... Ellos se sienten frustrados porque nadie entiende lo que quieren. Y esto es vital.
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