”El cambio climático es una realidad y las ciudades deben adaptarse”. Con estas palabras realizaba la primera intervención del sexto Congreso sobre Eficiencia y Urbanismo, en el marco de los Cursos de Verano de la UPV/EHU, la miembro de la Fundación Eni Enrico Mattei, Centro Euro-Mediterráneo para el Cambio Climático, Margaretha Breil. Se mostró alarmista, ya que algunas de las consecuencias climáticas son “el aumento de las inundaciones, sequías y fenómenos naturales que causan daños humanos y materiales”. Ante tal situación, Breil explicaba la necesidad de las ciudades de “anticiparse a los riesgos” y de crear “ciudades resilientes desde el punto de vista arquitectónico y urbano”. Durante las tres jornadas del encuentro, participaron además de los ponentes invitados, alrededor de 35 expertos mostrando sus comunicaciones o pósters que se centraron en los avances sostenibles para que las ciudades puedan afrontar las adversidades a la vez de mejorar su calidad de vida.
Hubo propuestas sostenibles de todo tipo y especialmente, se presentaron diversas estructuras “verdes” urbanas. Algunas de ellas, por ejemplo, estaban ideadas para gestionar el agua proveniente de la lluvia. Una de esas estructuras era la denominada “tanque tormenta”. Se trata de un sistema de drenaje sostenible que Pedro Lasa, de SUDS-Atlantis, mostró. “Estas estructuras verdes captan el agua a través de las lluvias para aprovechar esa agua”. Además, Lasa se lamentaba de que en Donostia no haya un Plan de Actuación Pluvial: “A la hora de rehabilitar una ciudad hay que pensar en la sostenibilidad y en generar estructuras que apacigüen las inundaciones, como se puede hacer mediante el drenaje”.
También hubo sesiones que subrayaban la importancia de que los ciudadanos actúen y participen en la construcción de las urbes sostenibles. Para Carlos Jiménez, de Tecnalia, la “smart city” se construye “conociendo la ciudad en su totalidad”. “No se puede planificar si no se conoce, y para ello hay que hablar con los ciudadanos, técnicos de ayuntamiento y demás”, aseveraba. En la misma línea se expresaba Luis María Sánchez, del Grupo Simec Energía, aunque en su caso habló de los edificios residenciales. “Un edificio inteligente es aquel que permite concienciar al usuario en eficiencia y sostenibilidad”, decía. Sánchez explicó en qué consiste la plataforma STEC Home que desde Grupo Simer se ha materializado aproximadamente en 1000 edificios. Esta empresa se centra en los edificios por dentro y en los usuarios: “Se trata de incorporar dispositivos en casa para que la gente pueda cambiar sus hábitos en tiempo real”. Presentó por ejemplo, pantallas digitales informativas a través de las cuales aparecen el consumo tanto propio como vecinal o fórmulas sobre cómo ser eficientes.
Por otro lado, también hubo ponencias sobre ejemplos de modelos de ciudades resilientes, como en el caso de Barcelona. Asimismo, se debatió acerca de un posible modelo europeo a seguir. Durante su intervención, la arquitecta y urbanista Cristina Garzillo declaraba que las ciudades sostenibles se dan “cuando se reduce el consumo per cápita de recursos naturales a un nivel en el que no se ponga en peligro el ecosistema local ni global”. Garzillo es Coordinadora de Gobernación e Innovación Social de ICLEI, una asociación que consta de más de 1.000 gobiernos locales que intenta promover un cambio positivo. Para ICLEI, la clave está en “mantener una relación directa y clara entre los agentes políticos y los que desarrollan las labores de investigación, o habrá barreras a la sostenibilidad”.
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